27/3/07

MI SEGUNDO DIA VIDA


A las 6:21 de la mañana, mis papis esperan en la puerta de la habitación mi llegada desde el nido. Una fila de cunitas, golpeándose unas con otras desfilaban por un largo pasillo. Unos bebes íbamos durmiendo, otros llorando y yo comiéndome las manos del hambre que traía. Mis papás fueron a buscarme antes de que la enfermera llegase a la habitación, habían estado casi 8 horas sin verme y contaban los minutos desde que me llevaron. En ese hospital, tienen la cruel costumbre de llevarse a los niños a un nido por las noches. Lo hacen porque dicen que los padres descansan más, quien quiere descansar, si nos acabamos de conocer. Mis papas dejaron que me llevaran, porque estaba muy sucio después de haber nacido y mi mami en la cama recuperándose de la rajita que le hicieron en la barriga. Así que me vino muy bien la estancia en el nido, porque volví limpio y alimentado. Las enfermeras, me habían dado un biberón de suero con azúcar. Guardo un especial recuerdo de la enfermera-monja Josefina, una legionaria frustrada.
Cada vez que mis papás, le pedian ayuda, ella me arreaba dos tortas. Mis papás dicen que lo hacia por mi bien, porque con las flemas casi me ahogo. También me pellizcaba la oreja cuando me dormía mamando. (mejor truco es las cosquillas en los pies)

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