EL DÍA QUE NACÍ

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Hoy es el día más importante de mi vida. Al menos es el primero. Para mis padres también ha sido el día más importante de sus vidas, parece mentira que yo sea tan importante. Creo que les voy a querer siempre.







Pronto os contaré todo, ahora mis papás no dan más de sí.....
Ya estoy aquí, no he podido escribir estos días, es que me estoy adaptando a la vida y cuesta un poco. Voy a contar lo que paso el día que nací.
El día 26 por la mañana llegamos al hospital a las 9 de la mañana. Mis papís estaban muy nerviosos, el médico les había dicho que ya era hora de que naciese. Que no había motivos para prolongar más mi estancia en el hotel de lujo en el que vivía. Les dieron una habitación y a mi mami le pusieron una inyección a las 10, para que empezara la fiesta. A mi esto no me hizo mucha gracia, porque a la hora aproximadamente, las paredes de mi casa comenzaron a moverse.







Mi mami empezó a sentir fuertes dolores y la llevaron a una sala para ponerle otra inyección. Según ella la mejor de su vida. Así pasaron las horas. De vez en cuando venia un señor o una señora, o los dos y le metían la mano por la puerta por donde yo tenia que salir. Que miedo. Yo estaba tan a gusto que no hice mucho caso. Para intentar que me moviera, a mi mami le quitaron la inyección. Y hay empozó lo peor para ella, mamá retorciéndose de dolor y papá sudando. El médico decía que para poder salir tenia que rotar, pero yo no podía. Así pasaban las horas inyección va, inyección viene. Hasta que mi mami no pudo más, y los médicos decidieron abrir otra puerta.







A las 18:10 minutos me sacaron por la fuerza, sin orden judicial ni nada, a lo bruto. Mami dice que tenia los pies enganchados en su barriga, que dificil es abandonar ese maravilloso sitio. Lo echaré de menos siempre.
Me enseñaron a mami, todo lleno de sangre. Y aunque mami estaba todavía muy malita, pude ver lo guapa que es. Ya no se me va a olvidar nunca esa carita.
Mientras a mi mami la cosían, a mí me examinaron, me pesaron y me vistieron con la ropa que mis papas llevaron al hospital.
Fuera en la puerta del quirófano estaba papá, desesperado, nervioso, sin poder parar de un lado para otro. Su corazón daba un vuelco cada vez que la puerta del quirófano se abría. Hasta que a las 18:20 un señor con bata blanca pregunto por mi papá. Le dijo que era un varón de 3 Kg. y 150 gramos, de 50 cm. de longitud.

Papá, se puso muy contento, pero no sabía nada de mamá, así que su felicidad no era completa. A las 18:30 mi papi vio a través de la puerta, como la matrona traía a un bebe en brazos. En seguida supo que era yo, porque reconoció el arrullo. Rápidamente acudió a mi encuentro, la matrona se giró y nos presentó. Yo no pude verle bien porque papi se puso a llorar y no podía parar, solo sabía decir "que guapo, que guapo". Ni siquiera pudo tocarme. Así que le dejé en la puerta del quirófano y me subí a la habitación con el resto de la familia.
Por fin a la 7 menos algo, salió mi mami del quirófano, iba en una camilla, llena de tubos y entre sus piernas una nevera con la sangre de mi cordón umbilical. Papá se abrazó a ella y otra vez a llorar. Madre mía que flojos. Luego por pasillos y ascensores subieron juntos a la habitación 303, donde toda la familia me estaba asfixiando. Mi mami que prácticamente no me había visto, se emocionó.