30/10/09

Badajoz y el Alentejo

Hemos pasado unos días en Badajoz y el Alentejo (Portugal). Han sido unos días muy movidos. Como soy culo inquieto, y no paro, me ha pasado de todo. Pero lo más importante es que he hecho cosas que me han divertido mucho. Montar a caballo, sin duda ha sido lo mejor. Me encanto montar a lomos de la yegua "Gitana" guiada por ese experto en doma que es mi papá.
Pero empecemos por el principio. Badajoz, es una ciudad coqueta, muy bien situada para realizar excursiones. Nos alojamos en unos apartamentos, para estar más cómodos y la verdad es que cómodos, es lo que menos estuvimos, porque tuvimos que compartir cama y ya se sabe que conmigo no hay quien duerma.
Lo que más nos gustos de Badajoz, fue la Plaza Alta y la Alcazaba de Badajoz, sobre todo un parque infantil que hay en su interior. Allí aprendí a realizar volteretas sobre el césped. A mi mamá lo que más le gusto fue la calle Menacho, donde hay más tiendas y a mi papá el bar que hay en la plaza Alta, que ponen unas raciones que te mueres.
Fuimos a Elvas, pero casi no vimos nada, el castillo y poco más porque no hay quien aparque. el castillo es muy divertido, con muchas escaleras y ventanucos, me gusto correr entre sus torres. En está zona de la península, todos lo pueblos tienen un castillo. Y es que dice mi papá, que somos pocos pero no llevamos muy mal.
En Alburqueque, este pueblo con nombre de batalla. Como no podía ser de otra manera tiene un pedazo castillo en lo alto. Comimos en un asador a las afueras, allí compartimos comida con un gato y una perra, que practicamente se comieron la mitad de mi solomillo. Desde allí fuimos al cortijo de Los Cantos a montar a caballo. Al principio nos dio un poco de miedo, pero cuando cogimos confianza, fue la mar de divertido. Lo único es que no paré de hablar y a mi papá y a la yegua le dimos la tarde. El paseo transcurrió entre encizas, con cerditos, cabras, vacas, ovejas, perros, vamos un safari. Y terminamos en un embalse, donde había gente pescando. Claro no paré de preguntar por todo, una y otra vez.
El pueblo que más nos gusto de Portugal, mejor dicho a mis papás porque yo iba durmiendo, fue Marvao. A mí el que más me gusto fue Campo Maior, que tenia un parque infantil en medio del pueblo y una castillo claro. Cuando abandonamos el pueblo camino de Badajoz, ya de noche, nos perdimos y terminamos dando vueltas como tontos por el castillo, por calles estrechas, hasta acabar en el cementerio. Allí mi papá trató de preguntar a una pareja, pero claro entre la oscuridad, el sitio......la pareja terminó por respondernos, lo siento no falo portugués.
El día más inolvidable para mis papás, fue en Valencia de Alcántara, estábamos comiendo, cuando de repente mi mami se da cuenta que al vaso en el que estoy bebiendo se ha partido y le faltan varios trozos. Mis papis se ponen muy nervisos sin saber bien que hacer, me miraron la boca, me hicieron beber agua, ya estaban pensando llevarme al hospital. Cuando el camarero, nos tranquilizó, se había entretenido en reunir todos los trozos del vaso y no faltaba ninguno. Ayyyy que susto. Por cierto que el puente romano no está en este pueblo, como creía mi papá, está en Alcántara, a secas.
Otro día visitamos Olivenza, al sur de Badajoz, es un pueblo precioso.
Pues hasta aquí nuestra escapada.