25/8/08

La vuelta de vacaciones


Ya estamos aquí, se acabaron las vacaciones. Han sido unos días muy intensos en Gran Canaria...., cuando tengamos tiempo lo contaremos.
...que decir de las vacaciones, para mí todo ha sido una experiencia, la mayoría buena, otras no tanto. Montar en avión, ha sido estupendo. Lo único como son tan estrechos y yo no ocupaba plaza, parecíamos sardinas. A mi papá se le durmieron las piernas de llevarme encima. En el despegue me dormí y es que el madrugon fue de ordago, a las 5 de la mañana estábamos en el aeropuerto, nos había llevado Josemarí, un amigo taxista de papá, así que el mismo día monté por primera vez en taxi y en avión. Durante el vuelo, como me aburría, decidí explorar por el pasillo, iba como es costumbre en mí curiosando todo. Que había alguien leyendo una revista, pues me acerdaba y la leía. Que había alguien con un portatil, pues nada a tocar las teclas, que había alguien comiendo, le ponía caritas para que me diese, me papá solo sabía decir, "perdón, perdón". Cuando llegamos, cogímos un coche de alquiler en el aeropuerto, con una sillita para mí, la verdad es que el coche era pequeño y la silla una porquería, pero nos fue suficiente para darle un par de vueltas a la isla.
Lo malo de las vacaciones comenzó en el Hotel, sencillamente no me gustaba, durante 3 días estuve protestando, cabreado, con unas rabietas de consideración. Mis papás trataban de consolarme, pero yo no me dejaba tan facilmente.
Poco a poco me fui calmando y comencé a disfrutar de las vacaciones, lo que más me gusto, la arena de la playa y las olas.
Allí he aprendido a beber con pajita y de la botella, que remedio. También he conocido a muchos bebes, como soy tan cariñoso a cada uno le dí uno o dos abrazos y besos.
En el hotel he dejado huella, porque no hay planta, fuente, sillón o cuadro que no tenga mi marca.
Desde aquí un homenaje a mis papás, que paciencia.
Los últimos días, tuve un poco de la tripita suelta, así que nos limitamos a dar vueltas.
La vuelta fue más tranquila, me dormí en el avión y me desperté con los aplausos de los pasajeros al aterrizar. (Se palpaba cierta tensión en el vuelo, tras el accidente de Barajas del vuelo de Spanair con destino a Gran Canaria)
Cuando llegué a casa, no paraba de examinarlo todo y de tocar todos mis juguetes. Y es que como en casa naa.

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